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Las embarazadas · Cocinero Invitado

Las embarazadas obesas pueden evitar engordar más o incluso bajar de peso sin dañar al bebé, según indicó un estudio pequeño. receta de cocina

De hecho, investigadores hallaron que las mujeres obesas que mantuvieron o disminuyeron su peso durante el embarazo fueron más propensas a tener un bebé con peso normal que aquellas que engordaron más durante el embarazo.

La idea de que está bien que las mujeres obesas eviten aumentar de peso durante el embarazo es bastante controvertida, sostuvo el doctor Raul Artal, obstetra de la St. Louis University y autor principal del nuevo estudio.

En Estados Unidos, dijo a Reuters Health, la mayoría de los obstetras siguen las guías de 1990, que recomiendan que las mujeres obesas aumenten unos 5,90 kilogramos durante el embarazo.

Ese parámetro está muy por debajo de los 11,3 a 15,9 kilogramos recomendados para las mujeres con peso normal, pero aún así es una gran cantidad para las mujeres obesas.

Las guías merecen, según Artal, una segunda mirada. Para las mujeres obesas, dijo, mantener el peso o hasta una leve reducción no sólo no dañaría a la mamá y al bebé, sino que los beneficiaría.

Para el nuevo estudio, el equipo dirigido por Artal realizó un seguimiento a 96 embarazadas obesas con diabetes gestacional, una forma de diabetes que aparece en el embarazo.

Cincuenta y siete mujeres cumplieron con un programa alimentario y, el resto, con un plan de dieta y ejercicio.

Ambos grupos recibieron un programa alimentario saludable y reducido en calorías, mientras que el grupo que además hizo ejercicio recibió un plan supervisado de actividades moderadas, como caminar en una cinta, una vez por semana.

Los investigadores alentaron a las mujeres que hicieron ejercicio a caminar o realizar actividades de bajo impacto todos los días por su cuenta.

Al final del estudio, el equipo halló que las mujeres que habían hecho dieta y ejercicio aumentaron menos peso que las que sólo cambiaron los hábitos alimentarios.

Asimismo, las mujeres que disminuyeron o mantuvieron el peso, independientemente del grupo en el que participaron, eran menos propensas a tener un bebé más grande que la talla normal.

No se observó evidencia de que la reducción del peso corporal aumentara el riesgo de complicaciones en el embarazo o dañara el desarrollo fetal, publicaron los autores en la revista Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism.

Dada la dificultad que tienen las mujeres obesas para adelgazar los kilogramos aumentados en el embarazo, señaló Artal, prevenir el aumento de peso aportaría beneficios a más largo plazo.

"El embarazo no es un estado de encierro", dijo el experto, quien agregó que las mujeres con sobrepeso no deberían tener miedo a hacer ejercicio moderado. "Estamos hablando de salir a caminar un poco después de cada comida", precisó Artal.

El investigador recomendó que las embarazadas hablen con su médico antes de iniciar una rutina física para asegurarse de que no tienen ninguna contraindicación que impida realizar ejercicio.

Además, las mujeres deberían consultar a un nutricionista sobre cómo modificar los hábitos alimentarios.

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