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Dieta española · Cocinero Invitado

La dieta española rebaja hasta diez veces el riesgo de morir de un infarto

El riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares es diez veces menor en España que en el resto de los países de Europa, como Finlandia o Ucrania. Este tipo de dolencias es causante del 17 por ciento de las muertes de la población española con edades comprendidas entre 20 y 70 años, mientras que el cáncer es responsable del 45 por ciento. La dieta mediterránea es, una vez más, la responsable de "la buena salud ibérica".
Esta conclusión, que se extrae de un estudio presentado ayer por la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, se debe principalmente a los patrones dietéticos de los españoles, que ejercen de "factor protector". La titular de Alimentación destacó como más novedoso la "profunda correlación existente entre salud y alimentación".

La causa específica de muerte que ocupa el primer lugar es el cáncer de pulmón y, la segunda, el infarto de miocardio. El tercer al quinto puesto lo ocupan el cáncer de mama, el de estómago y el de colon. La diabetes es el principal factor de riesgo en la mortalidad cardiovascular más precoz –con una esperanza media de vida de 50 años– por delante de otros factores como el colesterol o el tabaquismo.

La titular de la cartera de Alimentación explicó que los españoles consumen un 30 por ciento más de frutas que el resto de los países europeos; un 40 por ciento más de hortalizas; cinco veces más cantidad de aceite de oliva y el doble de pescado.

El estudio, denominado Drece y financiado por el Grupo SOS, pone de manifiesto, no obstante, que existen diferencias importantes entre las regiones del este y sur de España con respecto a las del norte y centro, siendo estas últimas las que siguen una dieta más saludable. Los habitantes de Castilla y León, País Vasco y Navarra presentan un nivel menor de colesterol malo en sangre (LDL) y un mayor nivel de colesterol bueno (HDL) que los canarios, andaluces y valencianos. Los detalles por regiones evidencian la correlación entre la ingesta de colesterol y grasas saturadas a través de una dieta con la concentración en sangre del colesterol malo y trigilicéridos.

Otro de los hallazgos del análisis, y muy positivo, es la mejora de la alimentación de aquellos que presentaron un riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Los españoles están, por lo tanto, cada vez más concienciados y confían en los beneficios que supone consumir aceite de oliva, frutas, verduras, frutos secos y también pescado

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