Recetas del mundo

Consejería de Sanidad · Cocinero Invitado

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias recomienda controlar el consumo de grasas y alcohol para disfrutar de una Navidad Saludable 2008, y evitar las molestias ocasionadas por los excesos gastronómicos propios de estas fechas.

La Dirección General de Salud Pública recuerda que existen alternativas válidas para festejar las fiestas navideñas sin cambiar los hábitos alimentarios sanos y renunciar a los placeres de la buena mesa. Además, aporta algunos consejos básicos centrados en alimentarse correctamente consumiendo principalmente hortalizas y frutas, realizar ejercicio físico, sobre todo si se ha comido más de la cuenta; evitar el consumo excesivo de grasas, azúcares y sal; no fumar y evitar inhalar el humo de otros fumadores; cuidar la salud bucodental y hacer un buen cepillado después de cada comida.

Al igual que el resto del año, el principal aporte de alimentos debe hacerse a base de frutas, verduras y hortalizas. Las macedonias de fruta son preferibles a los postres de repostería, y los zumos de frutas naturales, mejor que los refrescos sin azúcar o las bebidas alcohólicas. Es importante incorporar en la dieta los cereales y legumbres, especialmente en el desayuno y de forma diaria, y conjuntamente con la leche o sus derivados, preferiblemente desnatados con las excepciones correspondientes a los niños.

Los huevos enteros (fritos, en tortilla o cocidos) deben reducirse a un máximo de dos o tres por semana, para posibilitar que el consumo de huevo contenido en algunos alimentos tradicionales, como el turrón y otros postres, sobrepase la cantidad recomendada que según la edad y circunstancias personales puede estar entre 3 y 5 huevos por semana, o incluso hasta 7 en personas corpulentas con gran actividad física y sin factores de riesgo cardiovascular.

Sobre el consumo de huevos, pescado o carne, en conjunto debe ser de 2 ó 3 raciones al día, variando cada día entre unos y otros, de tal manera que el día que se ha comido uno de ellos, es mejor no comer de los otros, o hacerlo en cantidades complementarias muy pequeñas. El aceite de oliva virgen es la mejor grasa para el consumo humano.

Respecto a la preparación de los alimentos, la Dirección General de Salud Pública recuerda la preferencia de que éstos se cocinen al horno o hervidos, para conservar el valor nutricional de los alimentos y reducir su contenido en grasa. Esta recomendación se hace extensible para cocinar las papas, batatas, pimientos, calabacines, berenjenas y cebollas, entre otras verduras. En cuanto a la conservación, los huevos deben mantenerse en la nevera desechando los que estén fuera de fecha, los resquebrajados o sucios. Consuma o enfríe rápidamente los alimentos cocinados, guardándolos protegidos en el frigorífico o congelador. No vuelva a congelar alimentos una vez descongelados.

Las bebidas alcohólicas se desaconsejan siempre en el caso de los niños y las mujeres embarazadas, las personas hipertensas y otras que estén tomando medicamentos deben consultar a su médico para evitar posibles incompatibilidades o contraindicaciones. Nunca tome alcohol antes de conducir o manejar maquinaria peligrosa. Si existe tendencia al sobrepeso, diabetes o alguna enfermedad cardíaca, evite el consumo de alimentos grasos o ricos en azúcar. Emplee edulcorantes no nutritivos (artificiales).

Con respecto a los frutos secos, son alimentos cuya parte comestible posee menos del 50 por ciento de agua (almendras, avellanas, nueces, pistachos, piñones, cacahuetes y castañas). Se caracterizan por su alto contenido energético, en torno a las 6 kilocalorías por gramo, derivado de su alto contenido en grasas, cercano al 80 por ciento. Los frutos secos son ricos en carbohidratos complejos, fibra, minerales y vitamina E, y por ello constituyen una excelente alternativa frente a los embutidos y otros productos navideños, especialmente como aperitivo. Debe evitarse el consumo de frutos secos salados o azucarados.

Turrones y mazapanes. Se recomienda un consumo moderado por su alto valor energético, que es aproximadamente de 470 kilocalorías por 100 gramos, favoreciendo el sobrepeso, si bien en conjunto poseen una fórmula equilibrada, con un 10 por ciento de proteínas, un 24 por ciento de grasas, un 58 por ciento de hidratos de carbono y un 7 por ciento de fibras, aproximadamente.

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