Propiedad ajo
efectos benéficos del ajo
El ajo, junto
con la cebolla,
es considerado, uno de los
vegetales curativos, más
importantes. En los últimos
años, se le ha estado dando,
mucha más importancia y
difusión a este vegetal, y a
tratar de educarnos para
estimularnos en su consumo,
brindándonos mucha más
información sobre todas sus
propiedades y sobretodo, como
actúa, como medio preventivo y
curativo en las distintas
enfermedades. Por lo tanto, una
vez recopilada esta
información, de muchos
artículos leídos, en distintos
textos y revistas que
consideramos serios, creemos que
lo importante, no es tenerlas
guardadas, sino difundirlas lo
más posible, para que éstas
informaciones y conocimientos
puedan servir, a su vez de ayuda
a todo aquél que la necesite.
los principales
efectos benéficos del ajo que
han sido sustanciados en
estudios científicos.
Ayuda a combatir un buen número
de hongos, bacterias y virus
Reduce la presión arterial y el
colesterol
Ayuda a reducir el bloqueo de
las arterias y a reparar los
daños causados por la
arteriosclerosis
Ayuda a prevenir y aliviar la
claudicación intermitente
(dolor en las piernas al caminar
causado por la arteriosclerosis
Actúa como anti inflamatorio
Su uso prolongado ayuda a
prevenir ciertos tipos de
cáncer.
Ayuda a incrementar el nivel de
insulina en el cuerpo,
reduciendo así los niveles de
azúcar en la sangre.
Algunos estudios parecen
demostrar que el ajo incrementa
ligeramente el nivel de
serotonina en el cerebro
ayudando a combatir el estrés y
la depresión.
La forma en que se prepara y se
ingiere el ajo es importante
para lograr estos beneficios. El
ajo crudo y el cocido poseen
diferentes propiedades
medicinales, es decir, algunos
de los efectos del ajo se
producen con mayor efectividad
ingiriendo ajo crudo, mientras
que otros se logran igual o
mejor ingiriendo ajo cocido.
Varios de los beneficios del ajo
se deben a un compuesto llamado
alicina que actúa contra
numerosos virus y bacterias. Sin
embargo esta sustancia no está
presente en el ajo sino que se
forma cuando la aliina y la
alinasa, otras dos sustancias
que sí están presentes se
combinan. Esto ocurre cuando el
ajo es cortado, machacado, o en
el caso de suplementos de ajo,
durante el proceso digestivo. La
alicina sólo dura unos minutos
por lo que es importante ingerir
rápidamente el ajo luego de ser
cortado o machacado. Al cocinar
el ajo se destruye la alicina.
Sin embargo, se liberan otros
compuestos como la adenosina y
el ajoeno que poseen propiedades
anticoagulantes y ayudan a
reducir el nivel de colesterol.
El ajo, ayuda a prevenir y curar
todas las enfermedades de las
vías respiratorias
Se utiliza para eliminar
parásitos y en estos casos el
jugo del ajo es uno de los
mejores remedios, y aún en las
especies difíciles de expulsar,
se obtienen resultados
sorprendentes.
Ayuda a quienes padecen de
ácido úrico y actúa como
protector en la calcificación
de las arterias. Previene la
hipertensión y la mala
circulación, ya que tiene una
acción hipotensora.
Es estimulante, diurético y
expectorante. El ajo ayuda a
eliminar los viejos residuos que
van quedando en el organismo,
sus enzimas favorecen una buena
síntesis de los ácidos grasos,
ayudando a bajar el colesterol
malo o LDL.
Tiene un alto contenido de
fósforo y de azufre, por eso se
destaca como un sedante especial
para los nervios.
Aconsejan comerlo crudo ya que
cocido pierde más del 90% de su
efectividad.
, el ajo produce mal aliento y
transpiración desagradable,
sólo por un corto período de
tiempo, es decir mientras se
expulsan las toxinas acumuladas
en el organismo, una vez
liberadas éstas, ya no se
despide mal olor, ni en el
aliento, ni en la
transpiración, ni siquiera en
la orina y las deposiciones.
Esto es debido a que ese olor
desagradable que se atribuyen a
los ajos, no es debido a los
ajos propiamente dicho, sino a
las toxinas acumuladas en el
organismo que, al combinarse con
los activos principios
eliminadores del ajo, despiden
ese olor desagradable. Esto se
puede entender fácilmente con
este ejemplo. Una persona que
practica una alimentación sana
y natural, donde el ajo ocupa un
lugar preferencial, no desprende
ese olor tan desagradable que se
le atribuye al ajo, pero sí
ocurre esto, en aquellas
personas que comen ajo, pero a
su vez continúan una mala
alimentación, en base a
alimentos ricos en grasas,
embutidos, bebidas alcohólicas,
etc. En estos casos lo que
sucede, es que el ajo continua
constantemente, eliminando
toxinas, producidas por la mala
alimentación, y es justamente,
la constante eliminación de
estas sustancias, la que
producen ese olor desagradable,
no el ajo.
Podemos comenzar para
acostumbrarnos, con uno o dos
dientes de ajo, que lo podemos
acompañar con un pedazo de pan,
masticándolos bien. Luego, de a
poco, aumentaremos hasta llegar
a cuatro o cinco. La cantidad
depende de la tolerancia de cada
persona, hay quienes llegar a
comer hasta una cabeza entera
sin molestias y con grandes
resultados.
raíz bulbosa, compuesta de 6 a
12 bulbillos dientes de ajo,
reunidos en su base por medio de
una película delgada, formando
lo que se conoce como “cabeza
de ajos”. Cada bulbillo se
encuentra envuelto por una
túnica blanca, a veces algo
rojiza, membranosa, transparente
y muy delgada, semejante a las
que cubren todo el bulbo. De la
parte superior del bulbo nacen
las partes fibrosas, que se
introducen en la tierra para
alimentar y anclar la planta.
Tallos: son fuertes, de
crecimiento determinado cuando
se trata de tallos rastreros que
dan a la planta un porte
abierto, o de crecimiento
indeterminado cuando son
erguidos y erectos, pudiendo
alcanzar hasta 2-3 metros de
altura. Dependiendo del marco de
plantación, se suelen dejar de
2 a 4 tallos por planta. Los
tallos secundarios brotan de las
axilas de las hojas.
Hoja: radicales, largas,
alternas, comprimidas y sin
nervios aparentes.
Tallo: asoma por el centro de
las hojas. Es hueco, muy rollizo
y lampiño y crece desde 40 cm a
más de 55, terminando por las
flores.
Flores: se encuentran contenidas
en una espata membranosa que se
abre longitudinalmente en el
momento de la floración y
permanece marchita debajo de las
flores. Se agrupan en umbelas.
Cada flor presenta 6 pétalos
blancos, 6 estambres y un
pistilo.
Aunque se han identificado
clones fértiles, los bajos
porcentajes de germinación de
las semillas y las plántulas de
bajo vigor hacen que el ajo se
haya definido como un
apodíctico obligado, término
que se refiere a su capacidad
para producir embriones sin
existir fecundación previa.
Valor
nutricional del ajo en
100 g de producto
comestible |
Calorías
(cal) |
98-139 |
Agua
(g) |
61 |
Proteínas
(g) |
4-6.4 |
Lípidos
(g) |
0.5 |
Glúcidos
(g) |
20 |
Vitamina
B1 (mg) |
0.2 |
Vitamina
B2 (mg) |
0.11 |
Niacina
(mg) |
0.7 |
Vitamina
C (mg) |
9-18 |
Calcio
(mg) |
10-24 |
Hierro
(mg) |
1.7-2.3 |
Fósforo
(mg) |
40-195 |
Potasio
(mg) |
540 |
|