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Pollo relleno de
setas, uvas y salsa de trufas
Ingredientes:
pollo entero deshuesado, 2 kilos
setas (níscalo, champiñón,
trompetas, colmenillas...), 500
gramos
carne picada de ternera, 200
gramos
uvas moscatel, 20 unidades
trufa negra, 1 unidad
huevo, 1 unidad
puerro, 1 unidad
zanahoria, 1 unidad
cebolla, 1 unidad
ajos tiernos, 2 unidades
cognac, 1 chorrito
vino tino, 1 vaso
oporto, 1 vaso
caldo de carne, 1/2 litro
azúcar, 100 gramos
cordel, 1 unidad
malla, 1 unidad
aceite, 1 al gusto
sal, al gusto
pimienta, al gusto
Elaboración
En un cuenco se pone la carne
picada, el huevo, las setas
previamente salteadas, los ajos
tiernos, el chorrito de coñac,
la sal y la pimienta. Se mueve
para que quede todo bien ligado.
Esta masa servirá para rellenar
las piezas de pollo. Se enrollan
y se envuelven con la red, atada
con cordel. Se asan las piezas
al horno durante 60 minutos con
unas gotas de aceite.
Para la salsa: se corta el
puerro, la zanahoria y la
cebolla y se añaden a la
cazuela junto con el vino. Se
deja reducir. Se añade el caldo
de carne y se hierve durante 15
minutos. Después se cuela todo
y se incluye la trufa cortada a
láminas. Se rectifica de sal.
Para preparar las uvas, se pelan
y se sacan las pepitas. Se
caramelizan con el azúcar y el
Oporto durante 10 minutos y se
reservan.
Se desliga el pollo y se corta a
rodajas. Se intercalan las
rodajas con las uvas y se cubre
con la salsa.
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Conocidos científicamente como
Lactarius receta niscalos
Delicious y en ciertas zonas
del norte de la Península como
robellones, los níscalos
pertenecen a uno de los géneros
más apreciados y conocidos de
hongos, y su presencia en
diferentes platos de nuestra
gastronomía se acrecienta con
el paso del tiempo.
Desde la antigüedad tenemos
constancia del consumo de
hongos, que, además, se
empleaban a la hora de hacer
fuegos e incluso con fines
medicinales. Y todavía en la
actualidad se está investigando
con ellos para afrontar
diferentes enfermedades como,
por ejemplo, el cáncer.
¿Cómo son
Se caracterizan por poseer un
sombrero que va cambiando de
forma; los níscalos están
enrollados y, progresivamente,
se van abriendo. Presentan un
color anaranjado con círculos
de tonos rojizos, e incluso, en
ocasiones, al romperse, se
tornan verdes.
El pie es muy pequeño y con
forma de cilindro. Además, como
contienen látex, cuando se
rompen segregan un líquido
naranja que impregna.
Su carne es compacta y blanca en
el interior y se va volviendo
naranja a medida que nos
acercamos a su contorno.
Desprenden un aroma bastante
agradable, aunque luego al
paladar resultan un poco
amargos.
Recoléctalos tu mismo
Se trata de hongos de pino, por
eso los podemos encontrar cerca
de sus raíces. Proliferan en
terrenos arenosos y que poseen
un buen drenaje. Nos llamará la
atención su color naranja y la
forma adecuada de cogerlos es
cortando la base con un cuchillo
a la altura del suelo.
A la hora de la recolección,
muchas personas se plantean si
se trata de una especie
venenosa, ya que el color verde
que toman en algunas ocasiones
puede llevar a equívocos. Por
ello, hemos de tener claro que
la presencia verdosa en los
níscalos es absolutamente
normal.
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